ENREDADORD
Por Juan Pujols – República RD
Vivimos en una época donde la política parece haberse desconectado por completo de la ética y la moral. Y lo más preocupante es que esto ya no sorprende a nadie. Se ha normalizado ver cómo quienes nos gobiernan priorizan sus intereses personales antes que el bienestar colectivo. ¿El resultado? Una juventud cada vez más desencantada, un país sin referentes claros y una política llena de improvisación.
Cuando los valores dejan de ser el centro de la vida pública, lo que queda es un escenario peligroso: gente sin preparación ni vocación asumiendo cargos de poder solo por conveniencia, conexión o fama momentánea. Esto no solo limita el desarrollo del país, sino que también envía un mensaje devastador a las nuevas generaciones: que para llegar lejos, no hace falta ética, solo estrategia.
Pero no podemos conformarnos con ese modelo. No podemos aceptar como “normal” que la corrupción, el abuso de poder o la falta de compromiso con la verdad sean parte del juego político. Si como jóvenes no exigimos un cambio profundo, el futuro se seguirá construyendo sobre la mediocridad.
Necesitamos recuperar el sentido de la política como herramienta de transformación real. Eso empieza por formar líderes con conciencia crítica, con capacidad técnica, pero sobre todo con principios sólidos. La educación, el activismo y la participación informada son nuestras mejores armas.
La apatía no es una opción. Hoy más que nunca, la República Dominicana necesita jóvenes que cuestionen, que se involucren, que estudien, que propongan. Porque el cambio no va a venir desde arriba; va a nacer desde las aulas, desde las ideas, desde la acción.
Y tú, ¿vas a seguir viendo desde fuera, o vas a ser parte del cambio?