Por Junior Peña
La Semana Santa, conocida como Semana Mayor, es un período de ocho días que comienza con el Domingo de Ramos y culmina con el Domingo de Resurrección.
Con la Semana Santa, el cristiano conmemora el Triduo Pascual, es decir, los momentos de la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo.
Las celebraciones centrales de la Semana Santa son Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Resurrección.
La Semana Santa es un tiempo para dedicarse a la oración y reflexionar sobre Jesucristo y los momentos del Triduo Pascual, pues Jesús, con su infinita misericordia, decide tomar el lugar de los hombres y recibir el castigo para liberar a la humanidad del pecado.
Además, la Semana Santa es el tiempo ideal para que el ser humano medite sobre sus acciones y los cambios que debe realizar para acercarse más a Dios y cumplir con sus mandamientos.
Triduo Pascual de Semana Santa
Como Triduo Pascual se denominan los tres días de la Semana Santa en que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo: Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo.
Jueves Santo
El Jueves Santo celebra la última cena de Jesús de Nazaret con sus discípulos, la institución de la eucaristía, la orden sacerdotal y el lavatorio de pies.
En este día, los católicos realizan la visita de los siete templos o iglesias, con el objetivo de agradecer a Dios el don de la eucaristía y sacerdocio.
Viernes Santo
Durante el Viernes Santo se recuerda la pasión de Cristo y el momento de su crucifixión en el Calvario para salvar al hombre del pecado y darle la vida eterna.
Este día, los fieles del catolicismo guardan ayuno y abstinencia de carne como penitencia.
Sábado Santo
El Sábado Santo es el día que media entre la muerte y la resurrección de Jesús. Se lleva a cabo una vigilia pascual, en la cual se acostumbra a bendecir el agua y encender las velas en señal de la resurrección de Jesús, que acontece la madrugada del domingo.
Domingo de Resurrección
El Domingo de Resurrección, conocido también como Domingo de Pascua, conmemora la resurrección de Jesucristo al tercer día después de su crucifixión y su primera aparición ante sus discípulos. Es un día de suma alegría para los fieles y es interpretado como la esperanza de una nueva vida.