Por Junior Peña

La Restauración constituye el acontecimiento sociopolítico más importante del siglo XIX, después de la Independencia Nacional, proclamada el 27 de febrero de 1844.

Fue una guerra que se escenificó y extendió por casi cuatro años entre los dominicanos que se oponían a la anexión de nuestra república y los soldados españoles que llegaron a nuestro país el 5 de abril de 1861.

Los soldados españoles intervinieron luego de que se firmara la anexión que hacía de la República Dominicana una provincia más de España, apoyados por los dominicanos anexionistas encabezados por Pedro Santana, quien cambia la presidencia de la república por el tristemente cargo de capitán de la provincia y se convierte en un súbdito más de la reina de España.

A los dominicanos independentistas se les llamó Restauradores, y encabezan la lista nuestros padres de la patria, Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella.

Así como Gregorio Luperón, Santiago Rodríguez, José María Cabral, Ulises Francisco Espaillat, Benito Monción, Pedro Francisco Bonó, Gaspar Polanco, Benigno Filomeno de Rojas, José Antonio Salcedo alias Pepillo, José Cabrera, Pedro Antonio Pimentel, Pablo Pujols, Julián Belisario Curiel, Manuel Rodríguez Objío, Sebastián Valverde, entre otros.

El inicio de la guerra restauradora en Capotillo fue seguido de sangrientas batallas en muchos lugares del territorio dominicano, teniendo el ejército español muy pocas victorias y numerosas derrotas, y para mediados del año 1865, la República Dominicana estaba agotada, con pocos recursos, pero llena de orgullo.

-Quien no defiende su patria, comprometida en su independencia, indigno es de tener una nacionalidad- Gregorio Luperón.

 

 

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